La Justicia investiga por todos sus medios disponibles, los casos de supuestas violaciones denunciados en los últimos días. Por su parte el juzgado de Instrucción Nº 1, a cargo d3 la jueza María Cristina Calveyra y por otro el de Familia en lo Civil y Penal de Menores, a cargo del juez Andrés Torres, ordenaron distintas diligencias. En el primero del los casos, se ordenó un allanamiento a una vivienda en l zona del nuevo hospital que derivó en el secuestro de una bicicleta y ropas que podrían tener relación a la violación de la menor de 15 años, por parte del Juzgado que entiende las causa con menores, se supo que el gabinete habría comprobado que no hubo violación a la menor de 3 años por parte de sus hermanos, pero si indicios de acciones del tipo sexual, por lo que se habrían dispuesto medidas de control y tratamiento.
Problema social
Ante la situación observada, UNO dialogó con Fabián Galárraga, coordinador del Teléfono 102 del Niño, quien señaló “quiero que quede claro que como una norma tenemos la costumbre de no hablar de casos puntuales. Hablamos con los medios, pero solo queremos la protección de la víctima, ya que creemos que hay demasiada exposición. Los que pasa actualmente es un síntoma claro de cómo nos comportamos como sociedad. Estamos viendo en la actualidad a sectores sociales que salen en defensa de presuntos violadores o abusadores, como ocurre en General Villegas o como ocurrió también, creo que en Mar del Plata. Es como que esto se va haciendo costumbre y ya forma parte del “paisaje” y dicen, si un caso más y solo terminamos haciendo números. Tenemos mínimamente un caso por semana de abuso o más grave, de los cuales a veces tenemos elementos para acudir a la justicias pero otras tantas no y teniendo la seguridad de que el hecho existe, no se cuenta con los elementos para probarlo. Otras veces ni pasan por nosotros y van derecho a la justicia y recorren el camino en forma inversa en búsqueda de ayuda”.
Gallarraga dijo que se trata de dar apoyo a las víctimas con el equipo de trabajo de asistentes y psicólogos, como se está realizando con una reciente víctima, tarea que no es fácil, destacando que la justicia está trabajando bien en el caso y destaca que también el Estado es responsable en la asistencia.
“Actualmente tenemos un juez de menores (Andrés Torres) que trabaja bien, que escucha y orienta, atendiendo personalmente. También destaco lo que hace el juez de Instrucción Mariano Martínez, sin ir en menosprecio de nadie, pero lo hemos visto trabajar muy bien en distintos casos que nos han tocado y lo hizo conjuntamente con nosotros, no solo buscando aclarar el caso, sino protegiendo permanentemente a la víctima. También destaco lo que se hace en las Fiscalías que actúan rápidamente ante una denuncia. Si vamos a los casos en si, es muy difícil explicar lo que pasa socialmente. Tenemos un equipo técnico trabajando en forma permanente pero nos cuesta encontrar explicaciones respecto de lo que pasa. Puede ser violador o abusador un chico de trece años. Lo que pasa que hay tanta copia en la actualidad y tenemos ejemplos que si vale todo para los grandes, ¿cómo no va a valer para los chicos?. Sin dudas incide mucho las condiciones socio-sanitarias, pero queda más expuesto los que menos tienen., pero es claro que no es exclusivo de la condición social, pasa n todos lados”, destacó, que finalizó insistiendo que hay que trabajar mucho y vale el caso a caso, ya que poder evitar o dar solución a uno, vele el esfuerzo.
El juez
Por su parte el juez de de Familia en lo Civil y Penal de Menores, Andrés Torres, quien no dudó en indicar que los casos de estas características tienen cada vez a más protagonistas de menores edades, considerando que se está ante un problema social.
“Este juzgado atiende 70 y 80 casos de violencia en un mes y muchos casos son de violencia extrema. Por aquí pasan casos que van desde el robo de tres chicles a un homicidio, lo que demanda un permanente esfuerzo y muchas horas de trabajo. Contamos con dos secretarías y indudablemente se necesita el nombramiento de otro juez. Atendemos cuatro audiencias diariamente, a las que hay que sumarles audiencias penales. Tenemos competencia en Salud Mental, ley 8806 para internación y drogadicción, no menos de 2 casos por semana”, explicó.
Respecto al trabajo que se realiza con los menores, indicó que ese juzgado cuenta con un gabinete compuesto por un psicólogo, un psiquiatra y asistente social, que lamentablemente debe intervenir cada vez que se lo solicitan de Instrucción, lo que reciente el desempeño en ese ámbito, complicando el tratamiento de casos extremos. Finalizando Torres se refirió al tratamiento de los menores ante sus supuestas responsabilidades en hechos que no so de extrema gravedad, a los que se lleva a audiencia y se le dicta en Auto de Responsabilidad, aplicándose en ese caso la llamada Regla de Beiging (similar a una probation), llevando a la suspensión de juicio por un año y se fijan reglas de conducta y seguimiento que apuntan a encausar al menor participando de talleres, yendo a la escuela y controlando su conducta mediante seguimiento.
Problema social
Ante la situación observada, UNO dialogó con Fabián Galárraga, coordinador del Teléfono 102 del Niño, quien señaló “quiero que quede claro que como una norma tenemos la costumbre de no hablar de casos puntuales. Hablamos con los medios, pero solo queremos la protección de la víctima, ya que creemos que hay demasiada exposición. Los que pasa actualmente es un síntoma claro de cómo nos comportamos como sociedad. Estamos viendo en la actualidad a sectores sociales que salen en defensa de presuntos violadores o abusadores, como ocurre en General Villegas o como ocurrió también, creo que en Mar del Plata. Es como que esto se va haciendo costumbre y ya forma parte del “paisaje” y dicen, si un caso más y solo terminamos haciendo números. Tenemos mínimamente un caso por semana de abuso o más grave, de los cuales a veces tenemos elementos para acudir a la justicias pero otras tantas no y teniendo la seguridad de que el hecho existe, no se cuenta con los elementos para probarlo. Otras veces ni pasan por nosotros y van derecho a la justicia y recorren el camino en forma inversa en búsqueda de ayuda”.
Gallarraga dijo que se trata de dar apoyo a las víctimas con el equipo de trabajo de asistentes y psicólogos, como se está realizando con una reciente víctima, tarea que no es fácil, destacando que la justicia está trabajando bien en el caso y destaca que también el Estado es responsable en la asistencia.
“Actualmente tenemos un juez de menores (Andrés Torres) que trabaja bien, que escucha y orienta, atendiendo personalmente. También destaco lo que hace el juez de Instrucción Mariano Martínez, sin ir en menosprecio de nadie, pero lo hemos visto trabajar muy bien en distintos casos que nos han tocado y lo hizo conjuntamente con nosotros, no solo buscando aclarar el caso, sino protegiendo permanentemente a la víctima. También destaco lo que se hace en las Fiscalías que actúan rápidamente ante una denuncia. Si vamos a los casos en si, es muy difícil explicar lo que pasa socialmente. Tenemos un equipo técnico trabajando en forma permanente pero nos cuesta encontrar explicaciones respecto de lo que pasa. Puede ser violador o abusador un chico de trece años. Lo que pasa que hay tanta copia en la actualidad y tenemos ejemplos que si vale todo para los grandes, ¿cómo no va a valer para los chicos?. Sin dudas incide mucho las condiciones socio-sanitarias, pero queda más expuesto los que menos tienen., pero es claro que no es exclusivo de la condición social, pasa n todos lados”, destacó, que finalizó insistiendo que hay que trabajar mucho y vale el caso a caso, ya que poder evitar o dar solución a uno, vele el esfuerzo.
El juez
Por su parte el juez de de Familia en lo Civil y Penal de Menores, Andrés Torres, quien no dudó en indicar que los casos de estas características tienen cada vez a más protagonistas de menores edades, considerando que se está ante un problema social.
“Este juzgado atiende 70 y 80 casos de violencia en un mes y muchos casos son de violencia extrema. Por aquí pasan casos que van desde el robo de tres chicles a un homicidio, lo que demanda un permanente esfuerzo y muchas horas de trabajo. Contamos con dos secretarías y indudablemente se necesita el nombramiento de otro juez. Atendemos cuatro audiencias diariamente, a las que hay que sumarles audiencias penales. Tenemos competencia en Salud Mental, ley 8806 para internación y drogadicción, no menos de 2 casos por semana”, explicó.
Respecto al trabajo que se realiza con los menores, indicó que ese juzgado cuenta con un gabinete compuesto por un psicólogo, un psiquiatra y asistente social, que lamentablemente debe intervenir cada vez que se lo solicitan de Instrucción, lo que reciente el desempeño en ese ámbito, complicando el tratamiento de casos extremos. Finalizando Torres se refirió al tratamiento de los menores ante sus supuestas responsabilidades en hechos que no so de extrema gravedad, a los que se lleva a audiencia y se le dicta en Auto de Responsabilidad, aplicándose en ese caso la llamada Regla de Beiging (similar a una probation), llevando a la suspensión de juicio por un año y se fijan reglas de conducta y seguimiento que apuntan a encausar al menor participando de talleres, yendo a la escuela y controlando su conducta mediante seguimiento.
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