domingo, 30 de mayo de 2010

Se suman las voluntades por una terapia pediátrica en Concepción

Fuente UNO- El 2 de febrero de 2006, y luego de un periplo rápido y fulminante, el pequeño Agustín Luján Martínez, de 1 año y 8 meses, falleció en el hospital Urquiza de Concepción del Uruguay debido a una dolencia grave que resultó terminal. Según los padres ya no había nada que se pudiera hacer por él. Aún sabiendo eso sufrieron la falta de una terapia intensiva pediátrica en el nosocomio y marcaron la necesidad de contar con ese servicio en la ciudad. En aquel entonces UNO fue el único medio que alertó sobre la necesidad de contar en Concepción del Uruguay con una unidad de cuidados intensivos pediátrica, pues el servicio no existe ni en el hospital Justo José de Urquiza ni en ninguna de las clínicas y sanatorios privados de la ciudad.
El jueves, cuatro años más tarde, fue nuevamente UNO quien dio a conocer el desgarrador relato de Mariana Pioli, que perdió a su pequeña hija Abril, de 3 años, y debió padecer también la falta de un servicio especializado en cuidados intensivos para los chicos.
En 2006 la muerte del pequeño Agustín movió la conciencia de unas 8.000 personas de Concepción del Uruguay, que sin dudar estamparon sus firmas para pedir la incorporación del servicio al hospital. Después de varios meses de campaña las firmas se acercaron al gobernador Jorge Busti, pero la respuesta nunca llegó,
Pese al dolor conmovedor de los padres de Agustín y los de Abril, en ningún caso los padres desparramaron acusaciones ni endilgaron culpas. Conscientes de que nada les devolvería a sus hijos, en ambos casos el dolor se canalizó en la búsqueda de un objetivo claro, que no es otro que buscar todos los mecanismos para sensibilizar a las autoridades provinciales sobre la necesidad de implementar este servicio en la ciudad para que ninguna familia vuelva a pasar lo que ellos han debido soportar.

Facebook. Nuevamente la consigna de sumar voluntades para llevar la iniciativa ante los estrados de gobierno cobró fuerza en Concepción del Uruguay. A las planillas que seguramente se multiplicarán en la ciudad buscando sumar firmas que avalen el petitorio, se les anticipó Facebook, una herramienta que hace cuatro años no estaba a disposición de la gente, pero que ahora, ante un caso similar, ha cobrado una singular importancia en la difusión de esta realidad por muchos desconocida en la propia ciudad.
La difusión que UNO realizó el jueves de la carta de Mariana, mamá de Abril, y reproducida luego en todos los medios de la región, conmovió por su entereza, su valor, su dolor y su visión.
No pasaron muchas horas y el grupo “Por una unidad de Terapia Pediátrica en el hospital de C. del U.” fue creado en Facebook y en menos de cuatro días ya tenía 4.154 miembros.
Las muestras de apoyo a la familia y la coincidencia plena de la necesidad de contar con el servicio están en cada mensaje que queda en el muro de ese grupo con cada vez más adeptos.
“Es verdad, teniendo un hospital como el que tenemos y con lo bien que nos atienden cuando vamos, ¿cómo no vamos a tener terapia de niños ?”, se pregunta Mónica Yolanda Schmieder. María Marta Yancovich, dice: “Me uno fervientemente a este grupo, no podemos permitir esta ausencia de necesidades básicas en nuestro hospital de última generación. No queremos más Abriles en nuestra comunidad. Entre todos lo lograremos”.
Luisa Beatriz Ruiz Díaz dice “Apoyo fuertemente esta necesidad urgente de una terapia para chicos en el hospital Urquiza. Mucha fuerza familia Pioli, no los conozco, pero comparto su dolor, un gran abrazo”.
Alicia Ramírez deja su mensaje en el mismo grupo, y dice: “No los conozco, pero fuerza en su emprendimiento, y es muy bueno que de tan tremendo dolor se pueda generar algo positivo, seamos concretos cómo se puede ayudar, proyectemos algo, es decir dónde se pueden aportar ideas, que no sea una mera expresión de deseos, sino la concreción de algo”.

Un pedido
La misma Mariana, mamá de Abril, hace su solicitud: “Necesito la colaboración de aquellos que posean negocios o tengan acceso a algún sitio público que se ofrezcan para ser las sedes donde se junten las firmas. Mándenme nombres y direcciones por favor. Gracias”.
Este requerimiento no tardó en tener respuestas y ya comenzó la confección de las listas que pretenden, esta vez, tener una respuesta concreta para que no se repita ninguna situación de este tipo.

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