Mucha inquietud provocó la noticia sobre las vacas mutiladas aparecidas en la zona de Chajarí, hecho ocurrido los días 11 y 31 del pasado mes de mayo. Como sucediera en otros lugares de la provincia, incluyendo campos del departamento Uruguay, se habló de extraterrestres, del “chupacabras” o ritos, entre otras posibilidades que hoy, una vez ya detectada la causante, se encuentra lejos de esa imaginación. A partir de una tercera vaca que fue encontrada muerta en el mismo campo de colonia Belgrano en los primeros días del corriente mes, el Dr. Patricio Norman realizó el correspondiente seguimiento de descomposición y éste derivó en la presencia de una bacteria que se encuentra en el suelo la cual en épocas de engorde e importantes lluvias surge y provoca, además de la muerte súbita del ganado, la eliminación de algunos órganos.
Además del estado de nerviosismo e incertidumbre por parte del señor Sírtori, propietario del campo donde en dos oportunidades se habían encontrado vacas con claras marcas de mutilación y las preguntas sin respuestas -en ese momento- del veterinario Patricio Norman, la provincia entera se había hecho eco de este suceso que llamaba la atención de los pobladores de Chajarí y la zona. Los más audaces vincularon el hecho con criaturas extraterrestres o ritos satánicos, lo cierto es que nada tiene que ver esto con la realidad. Una tercera vaca muerta encontrada el 4 de junio comprobó que se trata de una bacteria que es propicia de la época en el caso que el ganado no esté vacunado.
“En el transcurso que habían muerto las dos vacas anteriores hasta la tercera no vacunamos, no hicimos nada, y cuando encontramos este nuevo cadáver el 4 de junio, éste no presentaba ninguna mutilación, si encontramos todas las evidencias de un animal que muere por una septicemia producida por clostril, es decir que se encontraba en el cuerpo una gran actividad microbiana, formación de edema, un rigor mortis muy pronunciado y formación de gas. A simple vista esa muerte se debe a la presencia de clostrimia, son unos microorganismos que conviven con el animal, se encuentran en el suelo, es una enfermedad que está presente, pero en determinadas circunstancias y situaciones, se desarrollan, proliferan y pueden llegar adquirir un valor patógeno muy importante, generalmente se dan las condiciones y en épocas de muy buena alimentación y luego de las lluvias”.
“El último cadáver hacía 24 horas había muerto, la vaca es un rumiante, tiene una cuba de fermentación que esta poblada de bacterias, la bacteria va por vía oral, hay muchísimas clases de clostril, en esta vaca que encontré pude filmar la actividad microbiana y destruye todo. Es una bacteria anaerobia, quiere decir que para proliferar ella necesita poco oxígeno, y en un animal gordo esto, por diferentes motivos, se da. Esta vaca estaba preñada grande, y en este caso la ubre concentra mucho calor con lo cual éste era un campo muy propicio. Esto sucedió el 4 de Junio, para el día 6 encontramos la ausencia de los pezones, además de las moscas y larvas, para el día 8 ya no tenía la ubre y tenía lo que parecía un corte y le faltaba la quijada y la lengua. Son toxinas histolyticas, no es fácil aislar una toxina como esta porque esta presente en la naturaleza, el consejo es vacunar si o si, asesorarse con el veterinario y si uno investiga las condiciones ideales para que esto no se produzca, tiene que evitarse”, continuó el profesional.
La explicación a las fracturas que encontraba el segundo
cadáver tanto en la cabeza como también la quebradura de los hioides, Norman
enfatizó: “La explicación referente a el cadáver anterior que estaban quebrados
los hioides y también después encontramos una quebradura en el cráneo, esto se
debe a los reflejos de la vaca antes de la muerte, puede llegar a pegar un
cabezazo muy fuerte en el intento por pararse. Lo de la lengua se puede
considerar una actividad posterior de alguna bacteria pero las demás fracturas
son por que a pesar de que la muerte de la vaca, es una muerte súbita, el
intento por ponerse de pie lo inicia por la cabeza”, finalizó Patricio Norman.
Además del estado de nerviosismo e incertidumbre por parte del señor Sírtori, propietario del campo donde en dos oportunidades se habían encontrado vacas con claras marcas de mutilación y las preguntas sin respuestas -en ese momento- del veterinario Patricio Norman, la provincia entera se había hecho eco de este suceso que llamaba la atención de los pobladores de Chajarí y la zona. Los más audaces vincularon el hecho con criaturas extraterrestres o ritos satánicos, lo cierto es que nada tiene que ver esto con la realidad. Una tercera vaca muerta encontrada el 4 de junio comprobó que se trata de una bacteria que es propicia de la época en el caso que el ganado no esté vacunado.
“En el transcurso que habían muerto las dos vacas anteriores hasta la tercera no vacunamos, no hicimos nada, y cuando encontramos este nuevo cadáver el 4 de junio, éste no presentaba ninguna mutilación, si encontramos todas las evidencias de un animal que muere por una septicemia producida por clostril, es decir que se encontraba en el cuerpo una gran actividad microbiana, formación de edema, un rigor mortis muy pronunciado y formación de gas. A simple vista esa muerte se debe a la presencia de clostrimia, son unos microorganismos que conviven con el animal, se encuentran en el suelo, es una enfermedad que está presente, pero en determinadas circunstancias y situaciones, se desarrollan, proliferan y pueden llegar adquirir un valor patógeno muy importante, generalmente se dan las condiciones y en épocas de muy buena alimentación y luego de las lluvias”.
“El último cadáver hacía 24 horas había muerto, la vaca es un rumiante, tiene una cuba de fermentación que esta poblada de bacterias, la bacteria va por vía oral, hay muchísimas clases de clostril, en esta vaca que encontré pude filmar la actividad microbiana y destruye todo. Es una bacteria anaerobia, quiere decir que para proliferar ella necesita poco oxígeno, y en un animal gordo esto, por diferentes motivos, se da. Esta vaca estaba preñada grande, y en este caso la ubre concentra mucho calor con lo cual éste era un campo muy propicio. Esto sucedió el 4 de Junio, para el día 6 encontramos la ausencia de los pezones, además de las moscas y larvas, para el día 8 ya no tenía la ubre y tenía lo que parecía un corte y le faltaba la quijada y la lengua. Son toxinas histolyticas, no es fácil aislar una toxina como esta porque esta presente en la naturaleza, el consejo es vacunar si o si, asesorarse con el veterinario y si uno investiga las condiciones ideales para que esto no se produzca, tiene que evitarse”, continuó el profesional.
La explicación a las fracturas que encontraba el segundo
cadáver tanto en la cabeza como también la quebradura de los hioides, Norman
enfatizó: “La explicación referente a el cadáver anterior que estaban quebrados
los hioides y también después encontramos una quebradura en el cráneo, esto se
debe a los reflejos de la vaca antes de la muerte, puede llegar a pegar un
cabezazo muy fuerte en el intento por pararse. Lo de la lengua se puede
considerar una actividad posterior de alguna bacteria pero las demás fracturas
son por que a pesar de que la muerte de la vaca, es una muerte súbita, el
intento por ponerse de pie lo inicia por la cabeza”, finalizó Patricio Norman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario