Inspectores de la Dirección de Trabajo realizaron un procedimiento en un aserradero de San José, donde detectaron a varios menores de hasta nueve años trabajando y en precarias condiciones. Fue este fin de semana, tomando además intervención la Policía de Entre Ríos.
La función de los inspectores de Trabajo, los pone muchas veces frente a situaciones complejas y preocupantes, como al parecer se vio durante este operativo, que dejó a la luz una realidad que muchas veces se ignora y que como en todos lados, en Entre Rios también ocurre, que es el trabajo infantil.
“Los inspectores, dependientes del Área Policía del Trabajo (inspectores laborales) y el Sindicato de la Madera de Concordia, se encuentran preocupados por la seguridad e higiene en el trabajo y permanentemente buscan mejorar las condiciones laborales de sus afiliados y que los mismos se encuentren con un salario digno que estén cubiertos en caso de accidente laboral”, señaló un allegado al procedimiento.
Trabajadores de corta edad
El lugar inspeccionado se encuentra ubicado en la localidad de San José, departamento Colón, a pocas cuadras del camino de acceso de la ruta Nacional 14.
Según informaron los propios participantes de la diligencia, a su llegada se encontraron con un cuadro lamentable y preocupante; una madre joven con sus tres hijos de 15, 11 y 8 años, que realizaban el clavado de cajones para pollos y el ordenamiento de maderas, lo que –a raíz de las bajas temperaturas– se calentaban con un brasero, confeccionado con un viejo lavarropas.
Por otra parte, los inspectores descubrieron a otros menores realizando tareas en las maquinas, sierras. “Fue en ese momento que uno de los encargados, al ver que llegamos, le dijo que se tenían que ir”, señaló el inspector, quien además indicó que se observaron incumplimientos por parte de la empleadora en las condiciones de trabajo y la falta de entrega de elementos de protección personal, protección a las maquinas y cables sueltos, entre otras cosas.
“Durante el procedimiento llegó al lugar un hombre que sería el empleador, quien llamó todos sus empleados y comenzó a gritar que les paga todos los sábados 150 pesos y que nadie más les va a dar trabajo si daban sus datos a los inspectores”, destacó quien participó de la inspección, lo que seguramente hizo esta persona para poner a los empleados en contra de los inspectores.
Ya cuando la situación era tensa, hizo su arribó personal policial, momento que se dio comienzo a la confección de las actas y un informe para que todo esto sea elevado a las autoridades correspondientes, desde donde se adoptarán las medidas. –
Finalizado el operativo, los inspectores lamentaron lo que sucedía en ese aserradero y aseguraron que los procedimientos en estos establecimientos continuarán en forma constante de manera de detectar nuevos casos.
Pablo Bianchi/De la Redacción de UNO
La función de los inspectores de Trabajo, los pone muchas veces frente a situaciones complejas y preocupantes, como al parecer se vio durante este operativo, que dejó a la luz una realidad que muchas veces se ignora y que como en todos lados, en Entre Rios también ocurre, que es el trabajo infantil.
“Los inspectores, dependientes del Área Policía del Trabajo (inspectores laborales) y el Sindicato de la Madera de Concordia, se encuentran preocupados por la seguridad e higiene en el trabajo y permanentemente buscan mejorar las condiciones laborales de sus afiliados y que los mismos se encuentren con un salario digno que estén cubiertos en caso de accidente laboral”, señaló un allegado al procedimiento.
Trabajadores de corta edad
El lugar inspeccionado se encuentra ubicado en la localidad de San José, departamento Colón, a pocas cuadras del camino de acceso de la ruta Nacional 14.
Según informaron los propios participantes de la diligencia, a su llegada se encontraron con un cuadro lamentable y preocupante; una madre joven con sus tres hijos de 15, 11 y 8 años, que realizaban el clavado de cajones para pollos y el ordenamiento de maderas, lo que –a raíz de las bajas temperaturas– se calentaban con un brasero, confeccionado con un viejo lavarropas.
Por otra parte, los inspectores descubrieron a otros menores realizando tareas en las maquinas, sierras. “Fue en ese momento que uno de los encargados, al ver que llegamos, le dijo que se tenían que ir”, señaló el inspector, quien además indicó que se observaron incumplimientos por parte de la empleadora en las condiciones de trabajo y la falta de entrega de elementos de protección personal, protección a las maquinas y cables sueltos, entre otras cosas.
“Durante el procedimiento llegó al lugar un hombre que sería el empleador, quien llamó todos sus empleados y comenzó a gritar que les paga todos los sábados 150 pesos y que nadie más les va a dar trabajo si daban sus datos a los inspectores”, destacó quien participó de la inspección, lo que seguramente hizo esta persona para poner a los empleados en contra de los inspectores.
Ya cuando la situación era tensa, hizo su arribó personal policial, momento que se dio comienzo a la confección de las actas y un informe para que todo esto sea elevado a las autoridades correspondientes, desde donde se adoptarán las medidas. –
Finalizado el operativo, los inspectores lamentaron lo que sucedía en ese aserradero y aseguraron que los procedimientos en estos establecimientos continuarán en forma constante de manera de detectar nuevos casos.
Pablo Bianchi/De la Redacción de UNO
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