Con el levantamiento de las medidas que restringían la apertura de las confiterías y los boliches bailables, la noche uruguayense recuperó su ritmo habitual. Una recorrida por el clásico circuito céntrico, a los que se suman los locales ubicados en cercanías de la costanera, escuela Normal y calle Galarza arriba, mostraba las clásicas colas de espera para ingresar a los lugares, con los chicos esperando en la vereda o en grupos en las cercanías.
Las confiterías ubicadas frente a Plaza Ramírez también mostraron el lleno habitual, como así también los kioskos, nuevas paradas de los adolescentes en la previa del baile de la madrugada. A esto se sumaron las fiestas privadas, como los tradicionales cumpleaños de 15 y casamientos, los que también sufrieron postergaciones debido a la emergencia sanitaria.
También se sumaron las varias y numerosas ofertas culturales como las obras de teatro en los distintos auditorios y las muestras de arte en los museos. La reapertura del cine a mediados de semana también colaboró para que los uruguayenses tengan una variante más en la recreación del fin de semana.
Las confiterías ubicadas frente a Plaza Ramírez también mostraron el lleno habitual, como así también los kioskos, nuevas paradas de los adolescentes en la previa del baile de la madrugada. A esto se sumaron las fiestas privadas, como los tradicionales cumpleaños de 15 y casamientos, los que también sufrieron postergaciones debido a la emergencia sanitaria.
También se sumaron las varias y numerosas ofertas culturales como las obras de teatro en los distintos auditorios y las muestras de arte en los museos. La reapertura del cine a mediados de semana también colaboró para que los uruguayenses tengan una variante más en la recreación del fin de semana.
Fuente UNO
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