Adriana Martínez es la gobernadora del distrito 4940 del Rotary Internacional en el cual esta incluida la filial de Concepción del Uruguay. Martínez visitó durante dos días La Histórica y su sede rotariana, en el marco de una gira dentro del año en el que disfrutará del cargo, que comenzó a ejercer el pasado 1º de julio y que finalizará el 30 junio del año próximo. Martínez manifestó que en su visita “escuchará los proyectos y la manera de llevar a la obra rotaria adelante. Además, acompañarlos y motivarlos, ofrecerles ayuda, lo que es fundamental en la tarea del gobernador”. Rosarina, de hablar pausado, apenas levantando la voz, Martínez expresa que “el ejido del distrito que gobierno es muy amplio. Incluye media provincia de Santa Fe, al sur, todo Entre Ríos y cuatro departamentos de Uruguay que incluyen Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro. Es un corredor largo, interesante, binacional, hecho que nos gusta y nos enorgullece mucho”.
Sobre la tarea del de la sede uruguayense, Martínez dejó una caricia para sus socios “me han avasallado con los proyectos que tienen. Muy pocas veces me ha ocurrido que en una asamblea con el gobernador todos los socios quieran hablar, participar. Eran una catarata de cosas, una experiencia muy estimulante, muy activos todos”. Destacó que los socios uruguayenses “tienen un servicio interesante a nivel de la tercera edad, muy original porque pocos piensan en ellos a pesar de cada vez son más numerosas”. Remarcó que su tarea “es ofrecer ayuda a los clubes que necesiten una orientación mayor”, destacando que el rotario es una persona que esta “comprometida con la organización, una persona con mucha demanda debido a que la comunidad cada vez demanda más también. Por eso se necesitan cada vez más brazos para trabajar, porque es demasiado lo que se nos exige”. Pero a esta demanda se le contrapone un menor compromiso, como bien grafica Martínez “la gente a veces dice que no puede comprometerse tal día o tal hora, pero si me necesitan para esto puntualmente, llamame. Y esto lo valoramos mucho y lo llamamos adherente transitorio en la obra del Rotary, que son reconocidas dentro de la organización”.
APERTURA. Martínez afirmó que “el gran pecado del Rotary fue trabajar siempre a puertas cerradas, sin difundir lo que se hacía por aquello de “hacer el bien sin decirlo”. Pero nos dimos cuenta que, sin sobreexponernos, no es un pecado que se sepa nuestra obra. Solo queremos contar lo que hacemos”. Hace 10 años que “se dio este cambio que rompió con una tradición que se inicio en 1905”, cambio que llegó también con aceptación como socias a las mujeres en el año 1989 y el posterior ascenso de estas a los cargos del club.
Sobre la tarea del de la sede uruguayense, Martínez dejó una caricia para sus socios “me han avasallado con los proyectos que tienen. Muy pocas veces me ha ocurrido que en una asamblea con el gobernador todos los socios quieran hablar, participar. Eran una catarata de cosas, una experiencia muy estimulante, muy activos todos”. Destacó que los socios uruguayenses “tienen un servicio interesante a nivel de la tercera edad, muy original porque pocos piensan en ellos a pesar de cada vez son más numerosas”. Remarcó que su tarea “es ofrecer ayuda a los clubes que necesiten una orientación mayor”, destacando que el rotario es una persona que esta “comprometida con la organización, una persona con mucha demanda debido a que la comunidad cada vez demanda más también. Por eso se necesitan cada vez más brazos para trabajar, porque es demasiado lo que se nos exige”. Pero a esta demanda se le contrapone un menor compromiso, como bien grafica Martínez “la gente a veces dice que no puede comprometerse tal día o tal hora, pero si me necesitan para esto puntualmente, llamame. Y esto lo valoramos mucho y lo llamamos adherente transitorio en la obra del Rotary, que son reconocidas dentro de la organización”.
APERTURA. Martínez afirmó que “el gran pecado del Rotary fue trabajar siempre a puertas cerradas, sin difundir lo que se hacía por aquello de “hacer el bien sin decirlo”. Pero nos dimos cuenta que, sin sobreexponernos, no es un pecado que se sepa nuestra obra. Solo queremos contar lo que hacemos”. Hace 10 años que “se dio este cambio que rompió con una tradición que se inicio en 1905”, cambio que llegó también con aceptación como socias a las mujeres en el año 1989 y el posterior ascenso de estas a los cargos del club.
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